“Esta campaña se trata, no sólo de cuidar las redes de AySA, que son perjudicadas por el descarte de aceites, si no para continuar con el compromiso que asumimos de contribuir con el cuidado del medio ambiente y sobre todo en la mayor preservación de ríos y arroyos. Lo venimos llevando adelante con diferentes políticas que van desde, por ejemplo, optimizar el desempeño energético, con la implementación de la factura digital para reducir la emisión de papel y también renovamos el programa educativo para estudiantes de diferentes niveles con el objetivo de despertar conciencia en las generaciones más jóvenes”, dijo Malena Galmarini, presidenta de AySA.
Los aceites vegetales son un producto de uso común en locales gastronómicos y en nuestras casas. Sin embargo, a pesar de no ser considerados por ley como un residuo especial, requieren de un tratamiento específico para su descarte, ya que tienen un potencial impacto negativo en el medioambiente si no son correctamente tratados.
Según informes de la Facultad de Agronomía de la UBA, en Argentina, el consumo de aceite vegetal anual, per cápita, es de más de 20 litros, y en su mayoría, es destinado a uso domiciliario. De esta manera, y teniendo en cuenta que tan solo 1 litro de aceite vegetal usado puede contaminar mil litros de agua, se puede afirmar que la situación es preocupante.
Además, AySA recomienda reciclar este tipo de aceites ya que dañan las cañerías y producen taponamientos de las mismas, lo que también podría provocar desbordes cloacales en vía pública y mal olor proveniente de las bocas de registro o de las conexiones cloacales.
Con el objetivo de realizar un tratamiento adecuado, AySA lleva adelante un convenio con la Red Argentina de Aceites Vegetales Usados (RAAVU), la empresa encargada de gestionar el reciclado del aceite de cocina para luego convertirlo en biocombustible, elemento que suple el uso de gasoil de origen fósil, con el objetivo de reutilizar el aceite descartado reduciendo el impacto ambiental.
Para ello, es importante tener presente que, para acercar el aceite a los puntos verdes, deberá estar contenido en una botella de plástico de hasta 1,5 litros y encontrarse frío y previamente colado, para evitar que contenga restos de comida o cualquier otro material sólido.
Los puntos verdes de AySA estarán ubicados en: Riobamba 750, Tucumán 752 y Av Figueroa Alcorta 6081 en Capital Federal o bien, Alsina 131 (Quilmes) y Cangallo 561 (Ramos Mejía).
"Como empresa, se busca generar conciencia en la importancia de asumir un compromiso social en cada una de las acciones que afecten el medio ambiente, promoviendo a través de estas acciones, un mayor grado de participación de la sociedad", finaliza el comunicado de prensa de la empresa.