Entre ellos, figura Horacio Luis Castillo, quien fuera director del Colegio San Diego de Wilde hasta el 2022, y a quien se le acreditó haber cumplido funciones en dos centros clandestinos de detención, tortura y exterminio.
En “El infierno”, su actividad se desarrolló en dos períodos: 3/9/73 al 10/8/76; y del 7/3/77 al 14/2/79. En la primera instancia se desempeñó como Oficial Inspector de Seguridad; mientras que posteriormente fue Oficial Principal de Seguridad.
Mientras que, desde agosto de 1976, y durante 8 meses, estuvo vinculado a la División Delitos contra la Propiedad, que funcionó en el Pozo de Banfield.
Durante el desarrollo del juicio, en base a testimonios y pruebas, quedó demostrado que Castillo privó ilegalmente de la libertad, custodió y aplicó tormentos a cerca de 40 víctimas, entre ellas Héctor Oscar Callejas y Mercedes Albariño Blanco, durante el tiempo que permanecieron detenidxs ilegalmente en el CCDTyE, que funcionó en la Brigada de Investigaciones de Lanús.
También se le atribuye responsabilidad a Castillo en desapariciones forzadas y homicidios agravados. Por otro lado, desde su rol funcional, también se demostró que Castillo posibilitó el abuso sexual simple de tres personas.
A esto se suma el testimonio de otra víctima, Carlos Iaccarino, quien lo reconoce como responsable de la aplicación de tormentos para obtener tanto declaraciones, como para lograr el desapoderamiento de sus propiedades y bienes. Por el análisis de su legajo, al Tribunal le consta que Castillo también fue jefe de la División Delitos Económicos.